miércoles, 20 de mayo de 2009

Palabras para Niños (as)

Si un niño vive criticado, aprende a condenar, si este vive en un ambiente hostil, aprende a pelear, si este es constantemente ridiculizado, aprende a ser timido, si este vive avergonzado , aprende a sentirse culpable, si vive con tolerancia , aprende a ser paciente, vive con aliento, aprende a tener confianza, si este es estimulado, aprende a apreciar, si vive con honradez, aprende a ser justo, si vive con seguridad, aprendea tener Fe, si vive con aprobación, aprende a valorarse, y si un niño vive con Aceptación y Amistad, Aprende a encontrar el Amor en el Mundo

lunes, 18 de mayo de 2009

Déficit Atencional: Síntomas y tratamiento


Cuántas veces los padres se quejan de sus hijos muy inquietos, rasgo que se agudiza al entrar al colegio. Se habla de un ocho por ciento de niños diagnosticados; sin embargo, esta cifra podría llegar a ser el doble. Es importante que este diagnóstico sea realizado por un equipo profesional que cuente con psicólogo, psicopedagoga, terapeuta ocupacional y médicos, según explica Alejandra Jara, docente de la Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad Andrés Bello.
Revisa las actividades universitarias en la Agenda UniversiaSon muchos los padres y profesores que dicen tener hijos y alumnos con déficit atencional, inquietos, con escasa capacidad para mantener la atención o para controlar sus impulsos. Pero, ¿qué es el Síndrome de Déficit Atencional (SDA) y cómo enfrentarlo? “Existen muchas definiciones, las más comunes han sido realizadas en el ámbito médico. También existen en la esfera psicológica y pedagógica especialmente, dependiendo de la concepción que cada disciplina tenga respecto al tema, lo que a su vez determinará las formas de abordaje e intervención posterior”, explica Alejandra Jara, docente de la Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad Andrés Bello. “Se estima que puede afectar entre el cinco a veinte por ciento a menores de 15 años y el ocho por ciento de niños entre seis y nueve años, observándose más frecuentemente en la población del primer ciclo básico, es un cuadro que inclusive muchas veces no es detectado en la infancia y se diagnostica en la adolescencia o edad adulta”, dice la profesional. En cuanto a las causas, existen muchas hipótesis en el ámbito biológico. “De debe tener un gran cuidado al realizar este diagnóstico que muchas veces se puede ver agravado e incluso puede llegar a confundirse con la respuesta de los niños a situaciones estresoras vividas en el contexto familiar o problemas en la dinámica de adultos que repercuten en el niño que no logra canalizar adecuadamente su angustia, frustración y miedos”, subraya. “Por ello, la importancia de que el diagnóstico sea realizado por un equipo profesional y abordado de la misma forma. Con participación de psicólogo, psicopedagoga, terapeuta ocupacional y médicos, cada uno de ellos en el caso necesario”, agrega. Cómo detectarlo “Es importante señalar que al constituirse como síndrome, este consta de varios signos y síntomas característicos que lo conforman y a su vez afectan la vida cotidiana del niño o niña que lo presenta”, expresa la terapeuta ocupacional. En el ámbito clínico se destaca: -Actividad inapropiada o excesiva (presente o no al momento de la evaluación). -Escasa capacidad de mantener la atención, incluso en las actividades de interés para el niño/a. -Dificultad para controlar impulsos (esperar turnos, actividad física). -Dificultades en la relación con otros. Se han descrito subtipos, como déficit atencional e hiperactividad predominantemente atencional; déficit atencional con predominio de hiperactividad e impulsividad y déficit atencional de tipo combinado. Esto dependerá de cuales sean los síntomas prevalentes en cada situación. También puede detectarse en la etapa preescolar con signos tales, como breves períodos de atención e impulsividad (golpes a sus pares), aunque la observación de estos hechos de manera aislada no constituye diagnóstico y debe ser evaluado por el equipo tratante. Tratamiento No es necesaria la administración farmacológica en situaciones en las que el nivel de estímulos del entorno puede ser regulado y los adultos a cargo logran manejar las conductas. “Los medicamentos se administran en caso de determinar que los síntomas repercuten en el aprendizaje o severamente en la interacción social del niño ya que su uso es principalmente para el período en que se encuentran en la escuela”, detalla la docente de la UNAB. “Los tratamientos actuales se encuentran enfocados en mejorar la calidad de vida del niño y propender a su completa inclusión social. En el aspecto médico se utilizan fármacos psicoestimulantes que deben ser rigurosamente recetados y supervisados por el especialista quien hará la evaluación correspondiente a cada caso en particular”, agrega. En el colegio Para el apoyo en materia escolar, es importante el apoyo de psicopedagogía para el entrenamiento de hábitos y estrategias de estudio. “Esto se realiza también tras una evaluación del especialista que determinará las fortalezas y debilidades que el niño/a presente. Los terapeutas ocupacionales trabajamos muy frecuentemente con esta población, derivados por la afectación en las áreas del desempeño y las habilidades de interacción con pares ya que son fuertemente rechazados y rápidamente estigmatizados”, comenta Alejandra Jara. “Enfatizo la importancia de determinar cuales son las áreas más afectadas para así diseñar el tratamiento individualizado más efectivo y menos amenazante para el desarrollo de la vida cotidiana del niño y su familia”, concluye.