miércoles, 28 de octubre de 2009

NO AL HALLOWEN CUIDE SUS HIJOS

Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento" Oseas 4:6.
EL 31 DE OCTUBRE ES: Halloween es un día de fiesta disfrazado y si le quitamos la máscara encontraremos cosas difíciles de creer en cuanto a una diversión sana se refiere, esto es lo que Satanás nos ha querido hacer creer, ya que él es padre de mentira y ha logrado engañar a la gente con el verdadero sentido de su celebración. En 2ª Corintios 11:14 la Biblia nos enseña que: "y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz".
Esta es una época de diversión ya que el sistema del mundo nos lo ha hecho creer así; se presta para gozar, disfrutar de una fiesta de amigos, participar en concurso de disfraces, es la oportunidad de convertirse en brujas, fantasmas, pitufos, duendes, aunque sea por una noche de oportunidad única en todo el año, para tocar las puertas de personas desconocidas y pedirles dulces y frutas.
Los más audaces visitan casas encantadas, otros ven películas de terror y otros inclusive visitan a media noche cementerios o reuniones espiritistas con la intención de contactar con los espíritus de los muertos. Las escuelas públicas, son uno de los grandes promotores, incluso dar más énfasis a esta celebración que al Día de la Independencia. Los comerciantes aprovechan esta fecha para lanzar al mercado ofertas de confites con mensajes alusivos al ocultismo.
El 20% de las películas son de terror. Muchos afirman que es ciencia ficción, pero algunos de ellos contratan satanistas para que les ayuden a reproducir auténticamente los ritos, ceremonias, maldiciones, sacrificios, que se muestran en estas películas. El fruto de todo esto se ve reflejado en el comportamiento de algunos adolescentes que han cometido crímenes en conexión con el satanismo.
Ante estas costumbres surgen varias interrogantes: ¿Cómo se festeja? ¿Qué es realmente?, ¿De dónde viene?, ¿Por qué hace énfasis en todo lo relacionado con la muerte y el ocultismo?

¿CÓMO SE ORIGINÓ?
El haber escogido la fecha del 31 de octubre no es mera coincidencia. El 31 de octubre es la fecha de uno de los cuatro grandes aquelarres, los cuatro días de "medio trimestre" del calendario céltico. El primero de ellos, el 2 de febrero (o Imbolc) es el festival de la luz, de la luz de la sabiduría y el conocimiento, de la luz de la curación y de la luz del fuego también conocido en los países anglosajones como "Día de la Marmota", festejaba a Brigit, diosa pagana del fuego, patrona de la orfebrería, de la poesía y de la sanación.
El segundo, un festival en mayo llamado Beltane, era entre los brujos el tiempo de la siembra. Este día los druidas realizaban ritos mágicos para estimular el crecimiento de los cultivos.
El tercero era un festival de las cosechas, en agosto. Lammas es el nombre cristiano que se utilizó en el medioevo y significa "mucho pan", debido a que este día se horneaban hogazas de pan con los primeros granos cosechados y se dejaban en los altares de los templos como ofrenda en honor del dios del sol, Lugh, el nombre irlandés del dios solar celta conocido como Lleu en Gales y como Lugos en Francia.
Estos tres primeros días de medio trimestre señalaban el paso de las estaciones, el tiempo de la siembra y el tiempo de la cosecha, así como el momento de la muerte y renacimiento de la tierra. El último de ellos, Samhain, señalaba la llegada del invierno. En esa ocasión, los antiguos druidas efectuaban ritos en los cuales un caldero simbolizaba la abundancia de la diosa. Se decía que era una ocasión neutral e intermedia, una temporada sagrada de superstición y de conjuro de espíritus.
Se piensa que el 31 de octubre era la noche en que el velo los espíritus de los muertos y los vivos era más delgado. Había que aplacarlos o "hacerles un regalo", pues de otro modo les harían diabluras a los vivos. En las cimas de las colinas se encendían grandes hogueras para ahuyentar a los espíritus malos y aplacar a las potestades sobrenaturales que regían los procesos de la naturaleza.
Más recientemente, los inmigrantes europeos, especialmente de los irlandeses, introdujeron en los Estados Unidos la celebración de Halloween. A finales del siglo XIX sus costumbres se habían popularizado. Era ocasión de volcar los excusados, de hacer daños a la propiedad, y de darse licencia de cometer fechorías que no se podían tolerar en otros momentos del año.
Hoy día Halloween es día de publicidad para los comerciantes. Es una noche en que las personas decentes se convierten en exhibicionistas insolentes. El 60% de los disfraces de Halloween se venden a los adultos. El 31 de octubre, para los lectores psíquicos, los clarividentes y los visionarios autoproclamados, es el momento más ocupado del año. Una de cada cuatro personas entre los 18 y los 40 años de edad se disfraza de algo. Los que> publican libros sobre temas que van desde la astrología hasta la brujería, indican un dramático aumento en las ventas. La población de Salem, en Massachusetts, Estados Unidos, que se precisa ser la patria de la brujería norteamericana, celebra ahora una "fiesta de espantos" la noche de Halloween, para extender su temporada turística de verano. El Halloween es una tradición europea y se le atribuía a los celtas quienes poblaban la antigua Inglaterra, Irlanda y el norte de Francia; estos pueblos celebraban en el último día de octubre, el fin de año con el festival de Samhain a quien consideraban como "el señor de la muerte". Los celtas creían que el Samhain permitía a las almas de los muertos que regresaran a sus casas en esa noche y pensaban que demonios, fantasmas y gatos negros deambulaban por todas partes. Durante el festival de los druidas (quienes eran sacerdotes y maestros de los celtas) se ordenaba a los pobladores que encendieran una fogata en sus casas entre tanto que ellos encendían otra gigantesca en lo alto de las colinas.
La palabra druida proviene del griego "cuadrus", que significa sabio del roble. El énfasis de las hogueras se debe a que los druidas tienen la creencia que al quemar un viejo roble, éste reencarnaría en un sacerdote druida, en el roble crecían las plantas llamadas muérdago (que se utilizaban para ceremonias secretas). Ellos tenían la creencia de que eran uno con la naturaleza.

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